lunes, abril 23, 2007

La insoportable muerte de Teresa según Carla

Daba la sensación de estar hueca, como si la hubieran vaciado. Estoy segura de que si le hubiese levantado los párpados me hubiese caído por ellos al vacío. Cuando pude darme cuenta de que la tenía encima mía ya había perdido todo el color. Parecía una imagen sacada de una película de los años 50 en blanco y negro. Ni iquiera me haía fijado en ella antes, iba caminando mirando al suelo, y de pronto una desconocida caía sobre mí. No me asusté, ni siquiera cuando la coloqué en el suelo, menos aún cuando confirmaron su muerte; no hacía falta, desde el momento en que rozó mi piel supe que aquel cuerpo no podía tener vida.

Le salía un hilo rojo de la boca, un hilo literalmente, nada de sangre. Comencé a tirar de él y parecía no acabarse nunca, estaba humedo y me pinchaba las manos, pero no podía dejar de sacarlo; cuando parecía acabarse se volvía más oscuro. Cojí la maraña roja y me la coloqué alrededor del cuello, era lo mínimo que podía hacer con sus emociones; me las estaba regalando, parecía pedirme a gritos que me quedase con lo único que quedaba vivo de ella.

Ha sido la muerte más extraña que he visto.Y sabes lo más curioso? parecía contenta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cómo me recuerda a mi foto de los hilos rojos...
¡Besos!
EnredadaBel.