lunes, febrero 26, 2007

Paris en tus ojos

Por un momento pensé que era Paris. La lluvía, el cielo gris, la música de jazz que aún escuchabamos desde la puerta del café, las frases de poetas urbanos recién mudadas a mi libreta rosa:

A ella siempre le ocurrían cosas maravillosas. A él siempre le ocurrían cosas maravillosas. Cuanod se conocieron decidieron no separarse nunca. Ahora llevan una vida vulgar.

Lo odiaba todo minuciosamente. Se concentraba en cada átomo del universo para odiarlo con intensidad. Odiaba lo real y lo imaginario. Queria conocerlo todo para odiarlo mejor. Pero era un buen hombre y no hacia mal a nadie.


Y mi preferida:

Hola. Somos nosotras, las palabras, que nos hemos decidido a hablar por nosotras mismas sin que nadie nos escriba o nos pronuncie. Estamos hartas de que nos utilicen contra nuestra voluntad para cosas que ni nos van ni nos vienes. Vamos a deciros algo realmente important...

Perdonen: Soy el autor. La situación está controlada. Prometo no volver a dejar las palabras sin la estricta vigilancia que requieren, nadie sabe de que son capaces.


Y no sé por qué digo Paris, por que mi Paris desde luego no fué así, y no conozco el tuyo, y no tenemos un Paris común. Supongo que así será el Paris de oliveira y la Maga, y asi será el nuestro en ese mundo intangible que creamos cada día a base de sueños e imaginación.

Recuerdo el primer día que te ví y pensé que te caia mal. recuerdo el día que ibas a decirme algo, recuerdo pensar que te gustaba y recuerdo el alivio al escuchar que no era así.

ilusa! y es que por entonces aún no sabía lo especial que eres. Por entonces aún no habíamos construidos castillos sobre ideas confusas cada noche. Tú no conocías a la Pizarnik ni yo a Kundera. Yo no escribía y tú apenas empezabas.

Por aquel entonces todavía no nos habíamos peleado nunca, ni habíamos hecho las paces. No habíamos tenido largas tardes de porros, té , jazz literatura, charlas sobre sexo y filosofía barata. Tenías el pelo muy corto, como hace unos días te lo has cortado, con lo que me gustas con greñas!!




Todavía no me habías enseñado a Egon Schiele, ni yo a ti a hacer cous cous. Todavía no me había dormido en todas las películas que vemos. Todavía no sabía que tenía una migo soñador, inquieto, curioso, inconformista e incluso paranoico. Todavía no sabía que eras un filósofo.

Ya teníamos comprados los billetes de ida y vuelta al deseo de experimentar, como tú ahora. Sé que es una tontería, por qué aunque estuvieses en Granada seguiriamos viendonos muy poco. Pero me tranquilizaba saber que estabas a tres horas de mí. Que tonta!sentirme alividiada por no gustarte!


Subes al crater para un último baile?

If I were a man....
....We should be lovers!



Mucha suerte en Chile pekeño! Te quiero!

lunes, febrero 19, 2007

Tristeza rota

Es extraño sentarse ante una pantalla pintada con trazos cómicos en movimiento y sin embargo, salir del cine con una sensación de tristeza; de tristeza rota. Como el brillo roto de la luz de los días soleados y fríos que anuncian nieve, que pocas veces llega. Tristeza por el anuncio de deseos que probablemente no luche por conseguir. Tristeza por saber el final de la película antes de consultar el parte metereológico. Triste por mis botas de rayas para la nieve olvidadas en el fondo del armarion sin puertas.

Deseos que no se encuentran al final del camino que las sandalias recorren. Caminos que dejé pasar de largo, y se olvidó buscar en los mapas que adornan mis paredes verdes. Se me olvidó, y ni siquiera supe si convergen en algún momento con mis sandalias; ni siquiera fuí a comprar remaches para mis botas rotas. Mapas que ocultan tras ellos paredes verdes, verde esperanza que deja de latir.

Es extraño sentarse ante una pantalla pintada con trazos que hace años soñé. Los lienzos pintados de sueños adolescentes, perdidos en el desván de la memoria, se sacuden el polvo de la desilusión y arrancan con las manos mapas que impiden ver a los ojos de la esperanza.

Estoy harta de significados y significantes, de contextos y comunicación descontextualizada que no me interesa. Cansada de indicarle el camino a quiñen ni siquiera sabe a donde va. Cansada del teléfono y los diccionarios. Cansada de las sandalias que nunca tendran rayas de colores; harta de los días sin nieve de luz brillante rota que ciega a los ojos verdes de esperanza. Cansada de los mapas que sólo dibujan caminos de sandalias de cuero.

Lienzos pintados de sueños de colores que adornan escenarios sobre los que bailan botas de nieve. Maquillaje que mancha los textos paralelos. Realidades inventadas sobre un escenario. Luz cenital, de foco solitario que ilumina el interior de las fachadas, los colores de los lienzos, las rayas de mis botas, el verde de las paredes y de sus ojos que observan atentos desde el patio de butacas.

Es curiosa ésta tristeza, tristeza rota, de nieve derretida, de botas olvidadas, de paredes escondidas; de sueños rotos.