lunes, febrero 19, 2007

Tristeza rota

Es extraño sentarse ante una pantalla pintada con trazos cómicos en movimiento y sin embargo, salir del cine con una sensación de tristeza; de tristeza rota. Como el brillo roto de la luz de los días soleados y fríos que anuncian nieve, que pocas veces llega. Tristeza por el anuncio de deseos que probablemente no luche por conseguir. Tristeza por saber el final de la película antes de consultar el parte metereológico. Triste por mis botas de rayas para la nieve olvidadas en el fondo del armarion sin puertas.

Deseos que no se encuentran al final del camino que las sandalias recorren. Caminos que dejé pasar de largo, y se olvidó buscar en los mapas que adornan mis paredes verdes. Se me olvidó, y ni siquiera supe si convergen en algún momento con mis sandalias; ni siquiera fuí a comprar remaches para mis botas rotas. Mapas que ocultan tras ellos paredes verdes, verde esperanza que deja de latir.

Es extraño sentarse ante una pantalla pintada con trazos que hace años soñé. Los lienzos pintados de sueños adolescentes, perdidos en el desván de la memoria, se sacuden el polvo de la desilusión y arrancan con las manos mapas que impiden ver a los ojos de la esperanza.

Estoy harta de significados y significantes, de contextos y comunicación descontextualizada que no me interesa. Cansada de indicarle el camino a quiñen ni siquiera sabe a donde va. Cansada del teléfono y los diccionarios. Cansada de las sandalias que nunca tendran rayas de colores; harta de los días sin nieve de luz brillante rota que ciega a los ojos verdes de esperanza. Cansada de los mapas que sólo dibujan caminos de sandalias de cuero.

Lienzos pintados de sueños de colores que adornan escenarios sobre los que bailan botas de nieve. Maquillaje que mancha los textos paralelos. Realidades inventadas sobre un escenario. Luz cenital, de foco solitario que ilumina el interior de las fachadas, los colores de los lienzos, las rayas de mis botas, el verde de las paredes y de sus ojos que observan atentos desde el patio de butacas.

Es curiosa ésta tristeza, tristeza rota, de nieve derretida, de botas olvidadas, de paredes escondidas; de sueños rotos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El otro día te conocí y me llevé un sabor agradable de tu presencia. Ahora, tras leer tu blog, puedo decir que te conozco en profundidad, porque en cada palabra que escribes descubro un sentimiento tuyo. Eres una persona que merece la pena, eres una tia con talento. Te mereces lo mejor y te aseguro que lo tendrás.
Besitos.