Ni siquiera el silencio me aleja de ti. Derrumbas las barreras que pongo a mi alrededor con solo echar el humo de los cigarros que no quiero fumar. Invades sin legitimidad alguna mi espacio, mi aire, mi cuerpo, mis sueños. Te crees con derecho a manosear mi cuerpo con tus ojos insistentemente. Disfrazas tus ofensas con sonrisas ambigüas, que confunden mi culpabilidad.
Me atas las manos, los pies, la lengua y los ojos con cintas de películas que vomitas sin parar; con un lazo hecho de letras que se cayeron de las páginas de un libro de historia hace tiempo, cuando las chicas aún suspiraban al verte.
Mi angustia te excita, y la buscas, con susurros, mentiras, o verdades; todas adornando la punta de un dardo que no va dirigido al centro de ninguna diana.
El brillo de la voz se queda a media mitad del camino, no llega al otro lado del teléfono. Las palabras no salen por los dedos. No hablo, no escribo. La literatura no puede devolverme a la vida.
Déjame
viernes, abril 20, 2007
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1 comentario:
amazing!
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