He estado pensando en tí y ahora tengo un nudo en el estómago. No sé si será amor, o es la cena que no me sentado bien. Da igual, las dos cosas me dan ganas de vomitar.
-Yo nunca miento.
-Que rotundidad!
-rotundidad? acaso tu me mientes?
-Yo? Por supuesto que no! Aún no te quiero lo suficiente como para mentirte!
A él se le cayó la mirada a trocitos sobre las sábanas, ella la recojió con la mano y se la devolvió. le había dado permiso para estar cerca no para quererla.
miércoles, marzo 28, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario